Mi gurí (O meo guri) - Chico Buarque

Cuando, maestro, nació mi retoño
no era buen momento para retoñar.
Ya fue naciendo con cara de hambre
y yo no tenía ni nombre para dar.
Cómo fui tirando, no le sé explicar
un poco guiando y dejándolo guiar.
Siendo cachorro mi hijo,
un día me dijo que él iba a llegar.

Ese ahí, ese ahí, ese ahí.
Ese es mi gurí.
Ese ahí.
Ese ahí, es mi gurí.
Y él llega .

Llega sudado, con paso agitado
y trae siempre un regalo para impresionar.
Tanta cadena de oro, maestro,
no queda más cuello que adornar.
Un día trajo un bolso, ya con todo adentro,
llaves, amuleto, rosario, auricular,
pañuelo y una pila de documentos
con que por fin me pueda yo identificar.

Ese ahí, ese ahí, ese es mi gurí.
Ese ahí.
Ese ahí, es mi gurí.
Y él llega.

Llega hasta el barrio con su cargamento
pulsera, cemento, reloj, llanta, grabador.
Rezo que pueda llegar sano y salvo,
hay una ola de asaltos, de terror!
Llega y me consuela, yo le doy consuelo,
lo apoyo en mi pecho y me empieza a acunar.
Cuando me despierto, miro a mi lado
y el muy desgraciado ya fue a trabajar.

Ese ahí, ese ahí, ese es mi gurí.
Ese ahí.
Ese ahí, es mi gurí.
Y él llega.

Llega estampado en el diario,
retrato con venda en los ojos, título, iniciales.
Yo no entiendo a esta gente, maestro,
¿tanto lío por esto hay que armar?
Mi gurí caído, parece estar riendo
yo lo veo tan lindo, con la panza al sol.
Desde el principio, no dije, maestro
él dijo que un día él iba a llegar.

Ese ahí, ese ahí, ese ahí.
Ese es mi gurí.
Ese ahí.
Ese ahí es mi gurí.
Ese ahí, ese es mi gurí.
Ese ahí.
Ese ahí, es mi gurí.